UN DÍA LLENO DE INSPIRACIÓN
A los Reyes Magos, les pedí este año inspiración. Fue por eso que el día más frío de enero, lo empecé tomándome con Mara Saiz un estupendo té con regaliz en el salón de su casa. Tenía por delante una jornada completa de formación técnica y práctica, y muchísima emoción por estar cerca de ella.
Mara es puro talento. Sus fotografías son preciosas pinturas de fantasía real.
Con un gusto exquisito y una delicada puesta en escena, capta el alma en su más preciosa forma, en su más justa realidad.
Y yo… Yo no podía pedir más que estar allí.
Verla trabajar era como adentrarse en una enciclopedia de información sorprendente. Su creatividad en los escenarios, su conexión con la modelo, su divertidísima improvisación en cada fotografía… Su espectacular post producción.
Volví a casa agotada, con un cuaderno repleto de anotaciones rápidas y la tarjeta llena de imágenes. Pero no me pude resistir. Descargué todas las fotos, y me propuse editar al menos una, tal y como había visto que ella lo hacía. O intentarlo al menos…
Ni qué decir tiene que me dieron las tantas, haciendo y deshaciendo capas de Photoshop, con los ojos a medio cerrar.
Cuando conseguí terminar, pensé «Mara y yo hemos hecho una foto juntas».
Los días posteriores sucedieron con aparente normalidad, pero yo sabía que algo había cambiado. No era tanto la técnica aprendida, como la inspiración, la confianza, la impaciencia por probar un millón de nuevas ideas y tratar de adaptarlas a mi estilo.
Mi gracias, Mara, por este enorme empujón.
Modelo: Sara Trigo.
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